anterior    aleatorio / random   autor / author   inicio / home   siguiente / next


Ahora te deslizas hacia el plan. Llegas al río. Allí enciendes un cigarrillo. Al final de la calle, en la esquina, hay una cabina telefónica y esa es la única luz al final de la calle. Llamas a Barcelona. La desconocida contesta el teléfono. Te dice que no irá. Tras unos segundos, en los cuales dices «bueno», y ella te remeda, «bueno», preguntas por qué. Te dice que el domingo irá a Alella y tú dices que ya la llamarás cuando vayas a Barcelona. Cuelgas y el frío entra en la cabina, de improviso, cuando pensabas lo siguiente: «es como una autobiografía». Ahora te deslizas por calles retorcidas, qué luminosa puede ser Gerona de noche, piensas, apenas hay dos barrenderos conversando afuera de un bar cerrado y al final de la calle las luces de un automóvil que desaparece. No debo tomar, piensas, no debo dormirme, no debo hacer nada que perturbe el fije. Ahora estás detenido junto al río, en el puente construido por Eiffel, oculto en el entramado de fierros. Te tocas la cara. Por el otro puente, el puente llamado de los labios, oyes pisadas pero cuando buscas a la persona ya no hay nadie, sólo el murmullo de alguien que baja las escaleras. Piensas: «así que la desconocida era así y asá, así que el único desequilibrado soy yo, así que he tenido un sueño espléndido». El sueño al que te refieres acaba de cruzar delante de ti, en el instante sutil en que te concedías una tregua —y por lo tanto te transparentabas brevemente, como el licenciado Vidriera—, y consistía en la aparición, en el otro extremo del puente, de una población de castrados,  comerciantes, profesores, amas de casa, desnudos y enseñando sus testículos y sus vaginas rebanadas en las palmas de las manos. Qué sueño más curioso, te dices. No cabe duda de que quieres darte ánimos.

autógrafo
Roberto Bolaño


subir   poema aleatorio   Tres (2000)   siguiente / next   anterior / previous
La universidad desconocida (2007)
PROSA DE OTOÑO EN GERONA