anterior    aleatorio / random   autor / author   inicio / home   siguiente / next

    CANCIÓN CHINA DE NANKING
    FANTASÍA ORIENTAL I

En Nanking tuvo un desliz
la hija de un mandarín,
al bordar una perdiz
con aguja de marfil
una mañana de abril.

Sobre un dorado tapiz
se pinchó en la nariz
y su cara se tiñó
de un suave color añil.

Un gran grito de dolor
se escuchó por el jardín
y una lágrima cayó
sobre el dorado tapiz.

Otro imprevisto desliz
tuvo al andar por Nanking.
La hija del mandarín
Se enamoró del perfil
del hijo de un albañil
que dormía en un atril.

Se desmayó en un cojín
con ribetes de marfil
y ya no quiso salir
ni a ver las flores de abril.

O le traían allí
al hijo del albañil
que dormía en un atril
o no saldría al jardín,
bordando siempre el tapiz
con ribetes de marfil.

El doctor del mandarín
le dio un té color carmín
con flor de pitiminí
y hojitas de perejil.

La hija del mandarín
no podía poner fin
a la ansiedad de su amor
por aquel guapo perfil
y su cara se tiñó
de un fuerte color añil.

El mandarín requirió
al hijo del  albañil
para que fuera hasta allí
con aquel guapo perfil,
pero él no quiso ir,
porque odiaba al mandarín
y era temido en Nanking
de uno al otro confín.

—¡Le castigaría así
con furioso frenesí!

Y la princesa murió
por pincharse en la nariz
con la aguja de marfil,
mientras bordaba un tapiz
un atardecer de abril,
al volar un pavo real
sobre el florido jardín.

Carlos Etxeba


subir   poema aleatorio   Tres fantasías orientales y cuatro poemas de amor   siguiente / next   anterior / previous


Queda prohibida la reproducción pública (total o parcial) de cualquiera de estas publicaciones por cualquier medio o procedimiento sin la previa autorización por escrito del autor. Para representar las obras se ruega comunicar a la Sociedad General de Autores de España (SGAE) Departamento Artes Escénicas. Número de asociado 37.019