anterior    aleatorio / random   autor / author   inicio / home   siguiente / next

        ELEGÍA I

A Don Juan de Mendoza y Luna, segundo Marqués de Montesclaros.

Montano che nel sacro, e chiaro monte
De las hermanas nueve coronado,
Di allori, e palme la famosa fronte,

En estilo tan dulce y delicado
Cantasti un tempo, che ti fu di loro
El señorío y el gobierno dado.

E dal' Indico Gange al litto Moro,
La gloria de tu nombre se derrama
Fregiata di altro, che di perle, e d' oro:

Si vive la hermosa ilustre llama,
Ond' amor t' arse il generoso core,
Por quien terná Belisa eterna fama.

Signor inganna il trapasar dell' hore,
Que huyen como el bien de un triste amante
Cantando l' opre del tyrano amore.

Que razón es que de sus obras cante,
Chi gia forse ne pianse, ed alse, ed arse,
Esperando y temiendo en un instante.

Deh canta i passi, e le fatiche sparse,
El daño claro, y la ganancia incierta,
Lunghi i dolor', le gioie brevi, e scarse,

El temor vivo, y la esperanza muerta,
Le pací infide, il guerregiar eterno,
Y mucha hiel con poca miel cubierta.

Il riso fuor negli ochi, il pianto interno,
El hablar corto, el largo pensamiento,
Gelar la state, ed avampare il verno:

Las altas torres hechas sin cimiento,
Le colte, é chiare piante ch'a fatica
Dan flores, que se lleva cualquier viento.

Ma se fortuna a la tua pace amica
Te desató con poderosa mano
D'il duro laccio, e servitute antica;

Y sin tener más guerra alegre y sano
Godi l' amata libertà, e riprendi
El tiempo y el trabajo puesto en vano.

Felice, almo pastore, in mano prendi
La dulce lira, y con voz blanda y pura
Onde mill alme a riverirti incendi:

Canta el reposo, y canta la dulzura.
E le gioie da me mai non provate,
De la vida de amor libre y segura.

Et oh! se le catene rallentate,
Con que amor me enlazaba y me prendía
Ne la mia verde, e sempliceta etate;

La larga y fértil vena, que salía
Tinta d' amare lacryme, volgessi
A celebrar mi libertad un día:

Ma prima questi monti da lor stessi
Se moverán, que en mí cesen una hora
Le lacryme, i sospir cocenti, e spessi.

Cuando la blanca y colorada Aurora
Col suo venir la fosca notte spinge,
A las cuevas Cimerias donde mora:

Et ella il biondo crine in torno cinge
De las flores y rosas, con que el cielo
Di variati colorí orna, e dipinge:

Alargando la rienda al triste duelo,
Che la notte me fu compagno, gyro
Los ojos lacrimosos hacia el suelo:

E dico, poi che a lo spuntar spariro
Para no volver más las luces mías;
Altra Aurora, altro sole indarno miro:

Mientras tus rayos por el mundo envías
Ne gli occhi, e nel mio cer la notte serra
Sus negras sombras, y sus nieblas frías:

Poi cuando il vago Apollo apre, e diserra
De par en par las puertas del oriente,
E ratto corre ad arricchír la terra,

Digo llorando: si mi sol ardiente
Non apre, senza lui, Phebo, non hanno
Tus rayos fuerza, ni color tu frente:

Ma cuando i raggi suoi lume ti danno,
Con que la tierra, el mar y el cielo enciendes,
Ah! come nel mio cor trapassa il danno!

¡Ay sol, qué bien mi mal pruebas y entiendes
Ben il foco dil cor mostri nel volto,
Cuando a bañarte a nuestro mar deciendes!

Ma tu ritorni per camino occolto,
Donde cobras más luz, yo triste quedo,
In tenebroso horror chiuso, e sepolto.

Ay injusto amor, pues yo no puedo
Tornar giamai a la fugace gloria
De el tiempo que viví contento y ledo.

Possa tessere almen si fatta historia,
Del dolor en que ahora estoy muriendo,
Che resti al mondo eterna la memoria.

Mas ¡ay de mí cuitado!, ¿a quién perdiendo
Vo le parole; s'il destin mi vieta
El fin de cuanto acá busco y pretendo?

Bastami dir con voce inferma, e cheta
Yo te ví un tiempo, y ya verte no espero,
O d' ogni mio pensier ultima meta!

Este será el acento postrimero,
Con cui fuor sen' andrá l' alma infelice,
Fili, por verte, y por no verte muero.

Perdonami, Montan, se si disdice
Mezclad tu claro nombre con mi llanto,
Che cosi vuol amor, cui troppo lice.

Quisiera yo tener tan dulce canto,
Come Amphion, o l' altro che discese
A los escuros reinos del espanto.

Ed al tiranno inessorabil chiese
La mujer que después perdió mirando,
Che mal si può dar legge a voglie accese:

Para que el tiempo que perdí llorando,
E perdo, ahi lasso! ristorassi in parte,
Tu rara gloria y tu valor cantando.

Ma poi che le mi rozze, incolte carte,
Y mis musas llorosas y cuitadas
Povere, e prive di dolcezza, ed arte,

Serán de tus orejas delicadas
Per la bassezza d' il lor pigro stile
Como rudas y viles desechadas,

Il cor ti sacro riverente, e humile.



Francisco de Figueroa


subir   poema aleatorio   Tercetos   siguiente / next   anterior / previous
facsímil Facsímil Poesías 1804