LAS ESTANCIAS DE IVORIO

      ESTANCIAS DEL SOL MERIDIANO

Abre el balcón, Beatriz, en este día,
que hermosa, bajo el ascua meridiana,
está la plaza de la Señoría;

ven con el Sol, Beatriz a la ventana,
que baja ya de San Miniato al Monte,
con pino y flor, la brisa de Toscana

Con siete siglos de soñar, tramonte
tu luz de sierra, donde quiebre el dedo
del mal amor su pérfido horizonte.

Ven perdurable en el final del Credo
como en la playa te esperó el Poeta,
como en la cumbre te esperó Manfredo.

Viva y actual, dinámica y concreta,
pasa otra vez por el sendero amigo
que el alma del Cantor sana y completa;

vuelva la gracia de soñar contigo
y el rojo comensal de la Hostería
bese tus manos en el pan de trigo...

Ven con el Sol, Beatriz,  en este día,
que hermosa, bajo el fuego meridiano,
está la plaza de la Señoría...

Perseo el viejo Mal lleva en la mano
y en bronce, frente al mármol, se enarbola
para Neptuno Dios, Cosme cristiano,

y Amor, Amor, Amor que muere y viola,
violencia en el ladrón de la Sabina,
muerte en la llama de Savonarola.

Vuelva a la luz tu gracia flotrentina,
vida y verdad en medio del abismo
lengua que ve, mirada que ilumina,

y en el agrio manjar del ostracismo
pruebe el Poeta tu virtud de miel
y sienta que al huir, a un tiempo mismo
la playa y tú navegarán con él...